Déjenme empezar hoy por lo que venimos dando por sentado, como si fuera algo normal pero no lo es. Ni que los oscuros ambientes delictivos existan y se desplieguen como grandes tentáculos por las comunidades sólo en nuestros tiempos presentes.
Yo creía hasta ahora que sólo los estudiantes que hacían arquitectura con sus rapidograph en los estuches eran los únicos depositarios de las maravillas que dejaban las clases del tata Alberto Cruz en la Bottega de Viña. Hoy me doy cuenta que no era así.
Una ocasión justa para llegar de invitado a una reunión de gauchos conversadores y mentirosos de Balmaceda, en la casa vieja de la Dumicilda Medina y la cocina a leña de los Pérez Tallem.
Los conflictos de interés, los engaños y las manipulaciones que precipitaron los acontecimientos de la Guerra de Chile Chico, nos abren hoy las puertas a la comprensión de este bullado affaire ocurrido en Aysén al concluir la segunda década del siglo XX.
Tengo sobre la mesa los cuadernos llenos de anotaciones y apostillas con la evocación de los fundadores. Cada anhelo recogido desde el corazón, parece penetrar como un estilete por mis arterias y me roba el habla y la mente.
Cualquier caserón de Aysén, la ermitaña tapera botada en la huella o la casa de tejuelas levantada por chilotes a punta de hacha, tiene su razón de ser en Aysén. Pasa lo mismo con los primeros vivientes de los tiempos iniciales.
Para la abuela Betzabé Cifuentes, que una mañana me mostró las fotos de su familia en el dormitorio y me hizo entrar a la historia de sus primeros días en Balmaceda.
Nadie podría llenar los días vividos en mi niñez con Aniceto. Incluso me parece que nunca murió para mí. Aún oigo nuestros llantos callados bajo las almendras y los pimientos de Bikfaya.
En 1888, el chilote Remigio Naupayán fue fusilado por un pelotón del regimiento 21 de Ancud. Lo fueron a buscar al calabozo de la cárcel de Castro por haberse ensañado con medio centenar de personas.
Se incorporan hoy al epílogo de esta historia elementos tan sabrosos como las visitas del presidente Ibáñez, la tía Alicia y un sabroso asado de león que disfrutaron como si fuera de cordero.
El relato iniciado la semana pasada iba rescatando las imágenes de un destacado trabajador de estancias ganaderas. Hoy aparecen nuevos e interesantes acontecimientos que permitirán comprender la historia de un verdadero adelantado (Oscar Aleuy)
[#HistoriasDiarioSur] Una herramienta curativa que guarda secretos que aún son desconocidos, pero que por años ha usado la medicina alternativa.
REGRESAMOS AL RANCHO GRANDE, UN ESBOZO INICIAL YA CONTADO AQUÍ. PERO EL DE HOY ABRAZA MÁS DETALLES, LEVANTANDO SIMBÓLICAS EVOCACIONES Y SUMERGIÉNDONOS EN INSÓLITOS ESCENARIOS (OSCAR ALEUY)
COYHAIQUE SE LLAMABA LA CANCHA Y LA PAMPA DEL CORRAL, EL DÍA QUE UN CARRERO DE ERCILLA GANÓ EL CAMPEONATO DE CUECA EN EL PROSCENIO LEVANTADO DONDE HOY ESTÁ LA PLAZA. (ÓSCAR ALEUY)
La puerta se abre hoy con cautela y curiosidad. Tanta gente en los principios y da la impresión de que fueran pocos. ¿Estarían tan solos como dicen? (Óscar Aleuy)
En un ejercicio de construcción hoy llevamos datos históricos de vecindades coyhaiquinas a la línea del relato. Se han mantenido los nombres sólo del cabaret y la orquesta. (Óscar Aleuy)
[#HistoriasDiarioSur] Conoce la hazaña de Claudio "Tripa" Barrientos, el boxeador que le dio una presea a Chile en un Juego Olímpico.
Esta esquina se levanta para correr el visillo del tiempo en Cochrane y Alto Baguales. Dos pioneros llegaron de lejos y se quedaron para siempre en el Aysén de sus sueños (Óscar Aleuy)
Fue un domingo de ramos en los 80 y un viaje a Cochrane cinco años después, que logré rescatar memorias abismales de dos grandes pioneros de Aysén (Óscar Aleuy).
Juan Antonio Mera me puso el fuego ardiente de Baquedano en el pecho. No sé cómo lo hizo. Recuerdo aún su última sonrisa cuando tocó el timbre de la puerta y entró para contármelo todo. (Óscar Aleuy)
Nada había en esos tiempos tan distintos de Aysén. Se vivía con miedo, como si algo malo fuera a suceder. La vida en tres localidades se grafica aquí como un memorial desde la historia (Óscar Aleuy)
Desde las sabias voces de los antiguos, aparece el maravilloso mundo de las tradiciones ayseninas entreveradas en el canto eterno de la historia (Óscar Aleuy)
En cinco piraguas zarpó desde Cailín con 34 indios caicahues. Fue una invocación al descubrimiento de nuevas tierras (Óscar Aleuy).
A pesar de la haber perdido una pierna en un accidente de juventud, cumplió sus funciones de bombero de la Copec con una muleta a cuestas, sin importarle nada (Óscar Aleuy)
Entre muchos otros sucesos, acontecimientos y recuerdos, el Coyhaique del Mundial del 62 se convirtió en una gran fiesta de alegría y expectación, aunque opacado por el terremoto más grande de la historia (Óscar Aleuy)
UN MUNDO ASOMBROSO RESPIRÓ SIEMPRE EN LA BALMACEDA DE SILVA ORMEÑO. HOY, ESE TOQUE ESPECTACULAR DE CREATIVIDAD E INGENIO SE DESPEREZA EN MEDIO DE LAS GARRAS DEL PROGRESO (ÓSCAR ALEUY)
[#HistoriasDiarioSur] Conoce los secretos de la pileta y de la Plaza de la Concordia. ¿Es o no un trofeo de la Guerra del Pacífico?
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