Historias DiarioSur
Por Pablo Santiesteban , 8 de febrero de 2021

Abtao, la isla calbucana que fue testigo de un combate naval

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Hace dos años la Armada hizo una ceremonia en el monolito que recuerda el combate que se produjo a pocos kilómetros de Calbuco, Puerto Montt y del canal del Chacao. (Foto de la Armada de Chile).
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[#HistoriasDiarioSur] Hace 155 años ocurrió el Combate de Abtao, una de las acciones bélicas de la llamada Guerra Hispano Sudamericana donde las escuadras de Chile y Perú lucharon contra la de España en aguas chilotas.

Hace 155 años se dio un combate naval frente a las costas de Calbuco y a pocos kilómetros de la naciente ciudad de Puerto Montt, se trató del Combate de Abtao, acaecido en la isla del mismo nombre, en el contexto de la llamada Guerra Hispano Sudmericana de 1865 y 1866.

La isla de Abtao es parte de archipiélago de Calbuco y se ubica a 9 kms. del canal del Chacao en el Golfo de Ancud. La contienda naval ocurrió un 7 de febrero de 1866 entre naves del Reino de España -que ya vivía su decadencia colonial- y la fuerza naval aliada de Perú y Chile, sin embargo, pese al intenso cañoneo no hubo un resultado decisivo. 

Actualmente en la isla de Abtao, que está bajo la jurisdicción de la Municipalidad de Calbuco, hay un monolito de la Armada de Chile que recuerda el hecho bélico. Abtao llegó a ser comuna entre 1891 y 1922 que integró el antiguo departamento de Carelmapu, en la provincia de Llanquihue. En 1922 se suprimió su categoría de comuna pues no hubo un funcionamiento de su municipalidad -al menos desde 1904- por lo que la isla se integró a la comuna de Calbuco y Carelmapu a la comuna de Maullín.

GUERRA ANACRÓNICA

Perú y Chile habían afianzado su independencia unos 40 años atrás de esta guerra y la principal causa del conflicto fue el deseo de España de desviar las recaudaciones provenientes del guano peruano a su país. El conflicto fue exacerbado por un espíritu nacionalista que se azuzó entre las naciones sudamericanas, dado que el Reino de España aún no reconocía la independencia de Perú y sus diplomáticos habrían tratado de manera despectiva a los diplomáticos peruanos y chilenos cuando las naciones en conflicto trataron de llegar a un acuerdo.

En 1864 la Escuadra española ocupó las islas Chincha de Perú que eran codiciadas por su producción de Guano. Chile decidió solidarizar moralmente con Perú al considerar que tal ocupación era una ofensa a la soberanía de los estados americanos y, pese a que España había reconocido su independencia en 1844, igual entró en el conflicto.

Muchos historiadores consideran esta guerra una torpeza de la política exterior española que ya había perdido la totalidad de sus colonias en América, salvo Puerto Rico, Cuba, Filipinas, el protectorado español de Marruecos y la Guinea Ecuatorial, por lo mismo hasta la califican de una “guerra anacrónica”.

La Escuadra española bloqueó el puerto de Valparaíso el 17 de septiembre de 1865 y a la semana el gobierno chileno declara la guerra. En rigor el bloqueo de la costa chilena sólo fue en Coquimbo y Caldera, pues los españoles no poseían tantas naves.

MAL EQUIPADOS

En aquellos años la Escuadra chilena era débil y no contaba con el poderío armamentístico que sí tenía España. Perú en cambio sí podía enfrentarse casi a la par con los peninsulares.

Ante la desventaja chilena el gobierno ordenó a la Escuadra fondear en el apostadero naval de la isla de Abtao que no era de fácil acceso. La Escuadra peruana también se apostó ahí.

Las naves chilenas era la corbeta “Esmeralda”, la goleta “Covadonga” y el vapor “Maipú” y las peruanas eran las fragatas “Apurimac” y “Amazonas”, las corbetas “Unión” y “América”. Posteriormente la "Maipú" zarpó a Magallanes.

El 10 y 14 de enero, zarpaban de Valparaíso rumbo al sur, las fragatas enemigas "Villa de Madrid", al mando del Comandante Claudio Alvargonzález y la "Blanca", al mando del Comandante Juan B. Topete, en demanda de la escuadra aliada.

En Abtao se decidió artillar la isla y reparar algunas naves averiadas y reunir sumistros, sobre todo carbón y por lo mismo el almirante Juan Williams Rebolledo se trasladó con la “Esmeralda” a Ancud el 4 de febrero. Sólo quedó la "Covadonga" con el resto de los buques peruanos.

EL COMBATE

El 7 de febrero de 1866, a las 6.30 de la mañana, el vigía vio una embarcación que se pensó podría ser la “Esmeralda”, pero a las 8 AM identificaron a las naves españolas. Las fuerzas aliadas se prepararon para el inevitable combate y pusieron a trabajar sus máquinas y a las 3 de la tarde los rivales podían verse claramente. Fue el buque peruano “Apurimac” el primero en abrir fuego.

Durante el combate se le cortó una espía a la corbeta peruana "América" y la chilena "Covadonga", al mando de Manuel Thomson Porto Mariño, largó la suya a la "Unión" y fue a remolcar a la "América" que se estaba presentando de enfilada al fuego del enemigo.

Pero cortado el remolque, decidió cañonear a la "Blanca", que se creía varada. La "Covadonga" se acercó a 600 metros de su enemiga, cañoneándola por sobre el istmo que forma la isla Abtao y que lleva ahora el nombre de Thomson.

El duelo artillero se prolongó por casi dos horas, intercambiando entre adversarios unos 2.000 tiros, sin resultados decisivos, porque las naves españolas no se animaron a acortar la distancia, ya que implicaba para ellos un riesgo serio de varar por desconocimiento detallado de la hidrografía de Abtao. Los españoles se alejaron y dispararon con mayor distancia a las naves aliadas y éstas nunca se movieron y finalmente optaron por retirarse hacia Valparaíso sin haber podido dar cumplimiento a la misión asignada y así la fuerza aliada había triunfado en el rechazo de las naves atacantes.

Las bajas españolas fueron de seis heridos y tres contusos. En la escuadra aliada los historiadores discrepan sobre el número de bajas. Las cifras de muertos oscilan entre dos y doce y los heridos entre uno y una veintena.

VALORACIÓN

La valoración del combate fue diferente, pues los historiadores peruanos le conceden mayor importancia al combate de Abtao que sus colegas chilenos y se muestran críticos con la ausencia de Juan Williams Rebolledo. En Europa, la prensa habló de una victoria de la Armada de España, y en particular la española ridiculizó a la flota aliada por su “débil defensa”, ya que no se presentó al combate.

Cuando la “Esmeralda” volvió se encontró con que se había perdido el combate y las naves aliadas buscaron un nuevo refugio en el estuario de Huito, lugar donde el 2 de marzo de 1866 se produjo un nuevo combate en aguas chilotas y con resultado incierto.

La flota española dejó las aguas chilenas no sin antes bombardear el puerto de Valparaíso el 31 de marzo de 1866 y tras el combate de El Callao, en mayo, la Escuadra se dividió, una se fue a Filipinas para avituallarse y la otra siguió al Atlántico Sur.

Recién en 1871 se firmó en Washington DC un convenio de armisticio por tiempo indefinido entre España, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú. La paz definitiva con España se firmó en 1879 con Perú y en 1883 con Chile en Lima, durante la ocupación de la capital peruana en la Guerra del Pacífico.

 

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