El 12 de diciembre de 1985 es una fecha que quedó marcada a fuego para Paulus y Loes Visser, un matrimonio holandés cuya única conexión con Chile es conocer el último paradero conocido de su hijo Maarten, quien desapareciera en aquella fecha en el volcán Osorno.
Es por ello que como cada año (excepto en 2020 y 2021 por restricciones del covid-19), los padres de Maarten en compañía de su hermana Friederike visitan la zona y suben hasta el volcán, donde se encuentra instalada una cruz en memoria del joven.
“Venimos a buscar una pista de mi hijo. Creemos que fue un crimen y que los culpables hicieron un pacto de silencio. Hay gente que sabe, pero no dice nada por temor. Yo necesito saber la verdad antes de morir”, afirmó Loes a Las Últimas Noticias.
“Mis padres están viejos. Este es un llamado urgente para que nos ayuden”, agrega Friederike, luego de reunirse con su abogado y funcionarios del Plan Nacional de Búsqueda de Personas.
Maarten arribó al país el 9 de diciembre de 1985, desapareciendo luego de salir desde el refugio Teski en dirección al volcán en su pasión por la fotografía, no siendo reportado como desaparecido hasta después de 24 horas, en un enigmático caso que se había cerrado en 1986 y se reabrió en 2001.
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