Al parecer, poco se ha aprendido en Osorno. Esta jornada, desde temprano y hasta el final de esta tarde, las calles del centro de la ciudad estuvieron colmadas de ávidos ciudadanos, dispuestos a hacer largas filas para poder ingresar a casi todos los locales comerciales, por ejemplo en Ramírez.
El frío y la lluvia no fueron obstáculo para que hombres, mujeres y niños, recorrieran locales comprando artículos de la más variada índole, como también abarrotaran el mall de la ciudad, en el que se vio muy poca fiscalización en pasillos y escaleras mecánicas llenas.
Mención aparte merecen supermercados ubicados en distintos sectores de la ciudad, en los cuales osorninos y osorninas compraban como si este fin de semana hubiera Feriado Obligatorio, aunque lo cierto es que estos negocios atenderán público el viernes 21, sábado 22 y domingo 23 de mayo.
La “guinda de la torta” era la enorme congestión vehicular en las principales calles como Ramírez, Mackenna, Matta, Los Carrera, Nueva Mackenna y O'Higgins, entre muchas otras.
Esto generó un tránsito sumamente lento, combinado con el gran malestar de muchos conductores que, a puro bocinazo, y con la paciencia reducida a su mínima expresión, esperaban poder avanzar en el caótico tráfico local.
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