Actualmente en la Provincia de Osorno 43 mil personas se encuentran bajo control en el programa cardiovascular que se lleva a cabo se ejecuta en los establecimientos de atención primaria.
De esa cifra, casi 35 mil son hipertensos, tienen hipertensión arterial y 19.700 tienen diabetes mellitus. Se trata de las dos afecciones más pesquisadas entre damas y varones de la provincia.
Es un número que se mantiene dentro de los márgenes de la tendencia nacional, pero que se estima podría ser mucho mayor si es que los osorninos y osorninas pesquisaran con antelación cualquier afección.
Durante agosto el Ministerio de Salud efectuó a nivel nacional la tradicional campaña de prevención de las enfermedades cardiovasculares enmarcada en el “Mes del Corazón”, que acaba de finalizar dejando cifras que llaman a la preocupación.
El llamado de las autoridades de salud es a prevenir las enfermedades cardiovasculares (ECV) -que son aquellas que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos- a través de la pesquisa oportuna y el autocuidado, considerando que según datos ministeriales estas patologías fueron, por ejemplo, la primera causa de muerte en el país al año 2021.
Las cifras hablan por sí solas y reafirman la tendencia al alza. En el país se registran tasas de 135,5 (2018) a 164,3 (2023) por cada 100 mil habitantes. Si se desagregan estas tasas por edad y sexo, se puede observar un mayor aumento en el grupo de sexo masculino de 45 a 65 años, y de 65 años y más.
La encargada del Programa de Salud Cardiovascular del Servicio de Salud de Osorno, Consuelo Córdova, comenta a Diario de Osorno que “tenemos en general una buena pesquisa de hipertensos y diabéticos a nivel nacional, pero todavía falta porque hay personas que no han sido diagnosticadas ya que estas enfermedades en general son asintomáticas”.
Y es así donde está uno de los problemas en al enfrentar estas enfermedades. Como no presentan síntomas fácilmente reconocibles, las personas no consultan hasta cuando ya se ven complicados.
“Eso hace más complejo el diagnóstico oportuno, ya las personas no consultan cuando están sanas como para hacerse examen preventivo. Eso es lo que nosotros sugerimos como Servicio de Salud, que se puedan hacer un examen preventivo anual, lo que es gratuito en el sistema de salud primario”, informa.
En cuanto a cifras provinciales, la profesional detalla que “del total de exámenes médicos preventivos realizados entre enero y junio del 2024, el 19,8% del total de personas tiene la presión arterial elevada, lo que es casi 1 de cada 4”.
“En misma fecha respecto del valor de la glicemia elevada, asciende a 31,9%, es decir casi 1 de cada 3. Y en cuanto a la malnutrición por exceso, el 21,2% de la población que se hizo el examen preventivo presenta sobrepeso u obesidad, que son factores de riesgo que condicionan la aparición de enfermedades crónicas”, comenta.
-¿Qué factores diría usted que influyen en esa pesquisa de pacientes?
“Lograr que la gente consulte estando sana no es fácil. Por eso el esfuerzo que hacen los equipos de atención primaria cuando la población inscrita asiste a una consulta médica, se lo cita de inmediato a hacer el examen médico preventivo”.
-¿De acceder, al examen hay que esperar mucho? A veces eso juega en contra…
“No, en general para los exámenes preventivos ya sea la persona adulta o los adultos mayores (más de 65 años), es rápido. Hay establecimientos que tienen horas disponibles para poder hacer estos análisis. Hay mestas asociadas la pesquisa y al diagnóstico oportuno de las personas. Si la persona se va a tratar de forma rápida también se le da los medicamentos después de 24 horas del diagnóstico en el mismo momento. Eso ya es un factor que los protege de hacer enfermedades cardiovasculares más adelante como el infarto o el ataque cerebrovascular”.
-¿Qué factores diría usted que favorecen los números en cuanto a esta enfermedad en la zona?
“Los factores de riesgo para desarrollar diabetes, hipertensión o dislipidemia que es esta enfermedad del colesterol alto, tienen factores de riesgo que son comunes. Hay algunos que se pueden modificar y otros no. Dentro de los no modificables está el sexo masculino que tiene mayor riesgo; está la edad. Después de los 45 años de los hombres y de los 55 en la mujer tienen más riesgo. Dentro de los factores que sí podemos modificar está la alimentación, que tiene un componente asociado a la cultura, a las costumbres. Nosotros en el sur lo consumimos harta carne, mucha sal y grasas. Eso hay que cambiarlo.
-¿En las pesquisas que ustedes realizan periódicamente, ¿encuentran que ha descendido el rango de edad de los pacientes afectados?
“Sí, nos hemos dado cuenta en algunas patologías está bajando la edad en que los hombres se infartan. Hemos encontrado en este último año y quizás post pandemia, que hay un aumento de infarto en hombres menores de 50 años. Y son ellos los que menos consultan en salud”.
“Lo otro que hemos notado es que tenemos una tasa que no es menor de amputación por úlceras y diabéticos y eso se produce en personas que se mantienen muchos años descompensadas. Hay personas que no se toman los medicamentos bien o no se inyecta la insulina como se debe, no va a su control, se mantiene con malnutrición por exceso y eso va dañando los nervios y genera una condición que es una neuropatía diabética, pierde la sensibilidad en los pies, en la parte periférica del cuerpo y se hacen muchas heridas, se hacen lesiones y se amputan”.
“Tenemos gente de 35 años, 37 años con amputaciones por diabético y eso es complejo”.
Grupo DiarioSur, una plataforma de Global Channel SPA. Powered by Global Channel