La provincia del Ranco, en la región de Los Ríos, es un territorio privilegiado para quienes disfrutan de la naturaleza. Sus bosques templados y húmedos, junto con suelos ricos en nutrientes, permiten el crecimiento de más de un centenar de especies de hongos, muchas de ellas comestibles. Entre las más apreciadas y conocidas se encuentran el changle, el digüeñe, el loyo y el níscalo, todas con un importante valor gastronómico y cultural.
Las condiciones climáticas marcan dos momentos clave para encontrarlos: el otoño, entre marzo y junio, cuando la humedad y las temperaturas frescas favorecen la aparición de grandes setas en los bosques, y la primavera, entre septiembre y octubre, cuando aparecen especies como el digüeñe en ramas de los robles.
Sin embargo, es necesario recordar que la recolección de estas especies exige precaución. No todos los hongos son seguros para el consumo, y muchas especies comestibles tienen imitadores venenosos difíciles de distinguir para el ojo inexperto. Por ello, se recomienda siempre realizar salidas acompañados de guías o recolectores expertos, identificar cada ejemplar con absoluta certeza y evitar aquellos que presenten daños, señales de deterioro o que crezcan en suelos contaminados.
El cuidado también implica preservar el ecosistema: se aconseja cortar los hongos con cuchillo por la base, transportarlos en canastas para permitir la dispersión de esporas, dejando ejemplares en el bosque para asegurar su reproducción y descartar aquellos dañados o sobremaduros, para ayudar a mantener la riqueza fúngica de la región.
Esta zona ofrece múltiples escenarios para vivir esta experiencia de forma segura, y sus parques son verdaderos santuarios para la observación del reino fungi. El Parque Futangue, ubicado en la comuna de Lago Ranco, protege 13.500 hectáreas de bosque valdiviano, con una red de más de 100 kilómetros de senderos que atraviesan cascadas, lagunas y antiguos campos de lava.
Durante la primavera y el otoño, el suelo del bosque y los troncos se cubren de especies como el changle, el loyo, el digüeñe y una gran variedad de setas de formas y colores sorprendentes. Su biodiversidad se debe a un ecosistema bien conservado, con un alto porcentaje de flora nativa y endémica que brinda el entorno perfecto para la fructificación de hongos.
En la comuna de La Unión, el Parque Nacional Alerce Costero ofrece una experiencia diferente, inmersa en un bosque lluvioso dominado por alerces milenarios y cubierto por un microclima húmedo que favorece la aparición de hongos. Aquí, el digüeñe es protagonista en primavera, mientras que otras especies se ocultan en el bosque.
Los senderos señalizados permiten a los visitantes recorrer este entorno único y, con un ojo atento o la guía de expertos, descubrir cómo los hongos cumplen un papel esencial en la salud del ecosistema. En ocasiones, la red de turismo local organiza charlas y salidas educativas para aprender a reconocer y recolectar de forma segura.


A estos paisajes se suman iniciativas privadas como Truferos Grau, en Futrono, donde se cultiva la trufa negra de invierno en una plantación de 10 hectáreas. Allí, durante los meses de junio, julio y agosto, los visitantes pueden conocer el proceso de cultivo y cosecha de este hongo de alto valor gastronómico, guiados por expertos que emplean perros entrenados para localizarlo bajo tierra.
En 2024, el Centro Comunitario de Riñinahue, en Lago Ranco, acogió la actividad “Turismo Fungi en la cuenca del Ranco”, que incluyó una charla, una salida de reconocimiento en el Parque Futangue y una cocina en vivo de hongos, que reunió a 40 personas. La iniciativa, organizada por la Cámara de Turismo Cerro Illi, se espera que vuelva a realizarse este 2025 durante el mes de octubre.
Además, en la zona puedes encontrar empresas de turismo que mantienen rutas de observación y reconocimiento de hongos en zonas como el Parque Futangue y hacia el volcán Mirador, recorridos que permiten a los visitantes adentrarse en la biodiversidad del bosque mientras aprenden sobre la importancia ecológica y cultural de estas especies.
La provincia del Ranco ofrece un amplio abanico de posibilidades para quienes desean adentrarse en el mundo fungi de manera educativa y recreativa. Es posible encontrar u organizar excursiones guiadas por los bosques, charlas o talleres sobre identificación de especies e incluso combinar estas experiencias con actividades al aire libre que permitan disfrutar de los paisajes y la biodiversidad local.
Este contenido es financiado por el Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional en el marco del Programa de Zonas Rezagadas ejecutado por Sernatur Los Ríos.
Para conocer este y otros servicios disponibles en la provincia del Ranco, puedes visitar descubrelosrios.cl, plataforma que reúne información turística de toda la región.
Cabe recordar que, a través de la misma plataforma, guías turísticos, empresas y otros prestadores de servicios pueden actualizar o inscribir sus datos en el Registro Nacional de Prestadores de Servicios Turísticos, que certifica de manera oficial a los servicios formales que se ofrecen en el país.
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