De Melipulli a Puerto Montt: 168 años de una rica historia

[#HistoriasDiarioSur] El pequeño poblado de fines del siglo XIX se ha transformado en la ciudad más importante del sur de Chile. Un repaso desde la colonización alemana, sus alegrías y desastres, hasta hoy.

Cayenel y Melipulli, esas fueron las primeras denominaciones del lugar donde actualmente está asentada la ciudad de Puerto Montt que este 12 de febrero cumple 168 años. Se cree que a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX ya había un asentamiento humano en el seno de Reloncaví donde se vivía de la pesca, ese era Cayenel en el sector oeste de la ciudad, pero también estaba Melipulli (“cuatro colinas” en mapudungún) en el sector este y que pertenecía a Calbuco.

Adentrado el siglo XIX la producción maderera de la isla de Chiloé, en especial del alerce, se concentraba en Calbuco y sus alrededores con una temporada que duraba ocho meses y por lo mismo era del interés de miles de hacheros que buscaban empleo. Pronto comenzaron a surgir los astilleros en la zona continental y Melipulli se convirtió pronto en uno de los principales astilleros, por su cercanía a Calbuco, por su bahía y extensa playa, y por estar cerca de los mejores alerzales, que se encontraban en la depresión intermedia entre Reloncaví y el lago Llanquihue.

Según crónicas del agente de colonización alemán Bernardo Philippi ya en 1842 Melipulli tenía cerca de 30 ranchos y vivían cerca de 200 personas.

LA COLONIZACIÓN ALEMANA

En 1850 llega al puerto de Corral la nave “Herrmann” con el primer grupo masivo de colonos alemanes y desde ese año en adelante se inicia el proceso de colonización en Valdivia y Osorno, pero especialmente hacia la cuenca del lago Llanquihue.

El presidente de Chile Manuel Montt quería promover la colonización del sur de Chile, pero también veía a la zona de Melipulli como un interesante futuro puerto donde podrían recalar naves que surcaran los mares australes, además se necesitaba una conexión más directa con la isla de Chiloé y ellos con el continente.

En este contexto, el agente de colonización Vicente Pérez Rosales, el comandante gobernador de Chiloé José Ramírez, el capitán de fragata Buenaventura Martínez, el párroco Miguel Sevilla y el alemán Santiago Foltz Weisbeck tomaron la iniciativa de fundar una villa en las márgenes de la bahía de Melipulli. A mediados de 1852 se funda la ciudad de Llanquihue y ese mismo año, ante la inminente fundación de una nueva villa, los vecinos de Melipulli, la isla Tenglo, Coihuín y Lenca construyeron una nueva capilla, bautizada como San Juan de Dios, en lo que hoy es el comienzo de calle Egaña.

Así el 12 de febrero de 1853 se funda la ciudad de Puerto Montt, llamada así en honor al presidente Manuel Montt.

CIUDAD CON DOS NOMBRES

En estricto rigor la fundación oficial de la ciudad recién ocurrió el 27 de junio de 1853 cuando mediante dos decretos el gobierno de Manuel Montt creó el Territorio de Colonización de Llanquihue desde las provincias de Valdivia y hasta Chiloé y, de paso, fundó oficialmente el poblado Astillero de Melipulli, en el mismo lugar que Pérez Rosales había fundado Puerto Montt. Melipulli fue establecido como cabecera de la nueva división administrativa​ y Vicente Pérez Rosales quedó designado como intendente del nuevo territorio, cargo que mantuvo hasta 1854. El primer alcalde fue Manuel Mansilla Velásquez a partir de 1856. 

Melipulli siguió manteniendo el nombre al menos hasta 1893 entre sus habitantes, pues costó imponer el nombre de Puerto Montt.

La provincia de Llanquihue comienza a tomar forma cuando además de las ciudades de Llanquihue y Puerto Montt se funda en 1854 Puerto Varas y en 1856 Frutillar y que se suman a Calbuco que existía desde el siglo XVII.

Pero no todo fue fácil para la naciente Puerto Montt. El 14 de junio de 1865 se desata un gran incendio en Melipulli y que duró hasta el día siguiente. Comenzó en una de las casas que años antes habían construido los colonos, siguió con una segunda y entonces los vecinos decidieron destruir la tercera que estaba contigua a las otras, pero de nada sirvió. La mitad de Melipulli fue destruida. Cinco días después, el 19 de junio, los vecinos deciden crear las dos primeras compañías de bomberos de la ciudad.

COMERCIO Y FERROCARRIL

Desde fines del siglo XIX hasta la segunda década del siglo XX, Puerto Montt desarrolló una intensa vinculación comercial con la ciudad argentina de San Carlos de Bariloche, a través del Paso Fronterizo Vicente Pérez Rosales. Este activo comercio, vinculado a la presencia de colonos alemanes a ambos lados de la frontera, desaparecería con la instalación de controles fronterizos por parte de ambos países en las décadas siguientes.

Pero a falta del contacto trasandino, el auge del ferrocarril hizo que las interacciones comerciales crecieran. En 1907 comenzó a tenderse la vía férrea entre Puerto Montt y Osorno, la que fue terminada el 15 de octubre de 1911, pero recién al año siguiente entró en funcionamiento, primero transportando pasajeros y desde 1913 trasladando carga.​ Entre 1921 y 1931 circuló en la ciudad un tranvía a tracción animal —también denominado «carros de sangre»— que conectaba el centro con Angelmó y que fue uno de los primeros sistemas de locomoción colectiva de la ciudad.

POR FIN UN PUERTO

Pese a que a ciudad fue bautizada Puerto Montt hasta la década del 30 del siglo XX no había ningún tipo de actividad portuaria como la soñó Manuel Montt. Desde 1853 y hasta inicios de 1930 la carga y descarga de mercancía se hacía en el muelle frente a la plaza de Armas y en Angelmó.

Por fin en 1934 se inauguró el puerto, un hito que permitió que la ciudad poco a poco fuera cobrando interés en la zona sur y desplazando a Corral que era el único puerto entre Talcahuano y la isla de Chiloé. Las faenas se iniciaron en 1930 y tuvieron un costo por sobre los 10 millones de pesos de la época y significó la colocación de tablestacas, relleno, expropiación de propiedades, el desmonte de parte del cerro Miramar y la construcción de un molo de atraque, entre otras labores. El malecón se extendió hasta la estación de ferrocarriles, por lo que la ciudad ganó una nueva explanada en la primera línea frente al mar.

Muy pronto Puerto Montt se convirtió en el principal punto de conexión marítima entre la recién creada provincia de Aysén, en 1927, y el resto del país.

EL TERREMOTO

El terremoto del 22 de mayo de 1960 afectó a todo el sur de Chile y Puerto Montt fue golpeado con dureza. El puerto, la costanera, la estación de ferrocarriles, Angelmó, el barrio Chorrillos-Miraflores y la Población Modelo fueron algunos de los sectores más afectados. La Población Modelo sufrió el deslizamiento de laderas, por lo que muchas personas murieron sepultadas. En los años siguientes la comuna empezó a expandirse hacia sus terrazas, gracias a la creación de nuevas poblaciones que abastecerían la alta demanda de viviendas que provocó el terremoto.​

Muchas familias quedaron sin hogar y eso, a la larga, hizo que el 4 de marzo de 1969 unas 90 familias, apoyadas por el regidor socialista y diputado electo Luis Espinoza ocuparan terrenos no habitados pertenecientes a la familia Irigoin, con el objetivo de establecer futuras viviendas. En la madrugada del 9 de marzo de 1969 se produce la tristemente célebre Matanza de Pampa Irigoín, el episodio más vergonzoso de la historia de Puerto Montt. Esa madrugada se asesinó a 11 pobladores, entre ellos a un bebé de apenas 9 meses, mientras que otros 50 pobladores fueron heridos.

CAPITAL REGIONAL

En 1974, con el Decreto Ley 575, la dictadura militar de Augusto Pinochet estableció una nueva organización político administrativa en Chile, y Puerto Montt se convirtió en la capital de la Región de Los Lagos, decisión que paulatinamente mejoró la posición de la ciudad en el sur.

A ello hay que agregar el crecimiento acelerado de la industria salmonera en la ciudad a partir de la década de los ochenta y en la década siguiente el negocio estaba absolutamente consolidado en Chile entre las provincias de Llanquihue y Chiloé.

Ha sido tanta la expansión territorial de Puerto Montt que en 2002 terminó prácticamente anexando al poblado de Alerce que en la actualidad se transformó en una “ciudad dormitorio” de personas que trabajan en la capital regional y en Puerto Varas, entregando solución a la siempre alta demanda habitacional.

Un pincelazo a la historia puertomontina, lo bueno, lo malo y lo feo para comprender el hoy y tal vez el mañana.